Seguro que alguna vez has estado trabajando con tu ordenador portátil barato y, entre una tarea y otra, se te ha quedado “congelado” a mitad de camino y no responde a ninguna de tus indicaciones, teniendo que reiniciarlo a la fuerza para poder volver a trabajar con él.
Esto es algo muy común que por desgracia ocurre con mucha más frecuencia de la que nos gustaría, pero todo tiene su explicación, y es que los portátiles por lo general, tienen menor capacidad de memoria RAM que los ordenadores de sobremesa, lo que nos lleva a que cuando trabajamos de manera intensa con ellos, tengamos muchas más posibilidades de que se cuelgue, se pare o se congele, podemos llamarlo de la forma que más nos apetezca.
También influye en el congelamiento o el bloqueo del equipo, lo propensos que resultan para el sobrecalentamiento los ordenadores portátiles, y es que por sus propias características cuando llevamos mucho tiempo trabajando con ellos de manera continuada, es posible que se sobrecalienten en exceso y acaben bloqueándose.
Normalmente los principales síntomas que nos encontramos cuando nuestro ordenador se congela son los siguientes:
→ Windows no responde y nada, incluida la flecha del ratón, se mueve por la pantalla de nuestro portátil.
→ Se aparece una pantalla con algún mensaje de error, que no podemos eliminar de ninguna de las maneras.
→ Al abrir alguno de los programas de nuestro PC portátil ha bloqueado el ratón y nada responde.
Puede haber otros muchos síntomas, estos son los que nos encontramos con una mayor asiduidad. Si te ha ocurrido esto recientemente, no debes pensar que tu ordenador se te ha estropeado y que ya es hora de cambiarlo por nuevo, al menos de momento. Es algo común y que por lo general no debería suponer ningún problema demasiado grave, por ello a continuación te vamos a contar cómo deberías actuar ante esta situación.